Aunque Chatroulette no es, precisamente, una novedad en Internet, lleva existiendo sin apenas cambios en su portal web desde 2009, el confinamiento severo vivido en gran parte del mundo a causa del Covid-19, ha hecho que su uso haya vuelto a popularizarse entre usuarios antiguos y nuevos. Sin embargo, los peligros y riesgos que siempre han existido en esta peculiar red social, siguen estando muy presentes.
En este artículo vamos a repasar los principales peligros para tu privacidad que puedes encontrar en Chatroulette.
¿Qué es Chatroulette y cómo funciona?
Podríamos decir que Chatroulette es una red social y no andaríamos muy errados, puesto que su función principal (o única) es poner en contacto a través de la webcam a dos usuarios al azar. Por lo tanto se trata de un servicio web de video chat online, completamente gratuito y en el que ni siquiera necesitas registrarte.
Su funcionamiento en muy sencillo, solo hay que acceder a su página web, conectar la webcam y estarás listo para darle a «conectar» y que la web te empareje de forma completamente al azar con otro usuario de cualquier lugar del mundo. Cuenta también con chat de texto, pero siempre debes tener conectada la webcam.
Salir de un vídeo chat también es muy fácil, solo hay que cerrarlo para dejar de hablar con la persona con la que estabas manteniendo supuestamente una conversación y decidimos «supuestamente» porque, como veremos en los siguientes puntos, Chatroulette no está exento de usuarios que utilizan el vídeo chat de forma más que cuestionable y a veces incluso ilegal.
¿Por qué es peligroso Chatroulette?
Chatroulette fue concebido como una forma atrevida y divertida de conocer gente alrededor del mundo y hablar con ellos. Sin embargo, ¿podemos considerar Chatroulette seguro cuando solo hay 6 reglas que cumplir? ¿Cuándo no sabes quién va a estar detrás de la cámara ni qué intenciones tiene?
Evidentemente, muchas de las personas que usan Chatroulette (o aplicaciones de vídeo chat similares), lo hacen para conocer gente nueva y pasar un buen rato. Pero también hay usuarios con mucha menos decencia y escrúpulos, que emplean esta atípica red social para fines más turbios, que van desde los intentos de estafa, hasta la sextorsión o el grooming.
A continuación vamos a ver los principales peligros de Chatroulette que nos podemos encontrar y de los que debemos estar prevenidos.
Poner en peligro la privacidad
Aunque es cierto que al no necesitar registro de ningún tipo, puede darnos la sensación de que nuestra privacidad está a salvo con Chatroulette, lo cierto es que no es así.
Debemos tener en cuenta que en el momento en que estamos usando una webcam, estamos abriendo una ventana a nuestra vida privada; por supuesto, podemos ser cuidadosos y no revelar en esas conversaciones ningún tipo de información personal, pero también es cierto que hay gente con habilidad para conseguir que acabes dándoles algún dato personal y después está la gente que pica en intentos phishing (esto lo veremos un poco más adelante).
En el caso de niños, conseguir este tipo de información puede resultar aún más fácil y nada les impide acceder a Chatroulette, pese a que sus normas dicen claramente que los menores de 18 no pueden usarla, pero no hay ningún tipo de control o verificación, por lo que la norma es más bien testimonial. Y muchos padres ni siquiera saben que este tipo de plataformas existen y que están al alcance de sus hijos.
Además, los vídeochats se pueden grabar fácilmente con una aplicación para grabar la pantalla de Windows (por ejemplo) y después manipularse y compartirse en Internet o subirse a YouTube o cualquier otra plataforma de vídeo o utilizarse como medio de extorsión si hay imágenes comprometidas de la víctima.
Menores expuestos a acoso y extorsiones sexuales
Como hemos dicho antes, nada impide realmente que menores de edad accedan a Chatroulette y eso puede exponerles a contenidos inapropiados para ellos, a ser acosados por otros menores o adultos, entre los que se sabe que hay depredadores sexuales que recurren a técnicas como el grooming, para conseguir abusar de estos menores.
Pero los menores no son los únicos que pueden ser víctimas de acoso y extorsiones sexuales, los adultos que utilizan Chatroulette también pueden ser víctimas de estas acciones, puesto que el acosador o extorsionador solo tiene que ganarse la confianza de su interlocutor y así conseguir que, por ejemplo, se desnude ante la cámara. El perpetrador puede estar grabando la sesión o puede hacer capturas de pantalla y amenazar a la víctima con compartirlas en Internet si no le paga dinero para no hacerlo.
En ocasiones las víctimas de este tipo de extorsiones sexuales son engañada con vídeos pregrabados de contenido erótico, aunque se les hace creer que el vídeo es en tiempo real y de contenido único para ellos. Así les intentan motivar para que procedan a hacer lo mismo y así poder grabarles para después extorsionarles o para subir esos vídeos a plataformas de pornografía. Y cuando un vídeo de ese tipo entra en Internet, es muy difícil hacerlo desaparecer por completo.
Publicidad fraudulenta
Los hackers tienen en Chatroulette también una pequeña mina, puesto que también emplean la plataforma como «puerta de entrada» para sus ataques.
Para ello se recurre a publicitar servicios o productos fraudulentos. La técnica empleada es muy similar a la de los vídeos eróticos que hemos mencionada antes; básicamente consiste en hacer pasar una grabación como un video en directo, en la que se ofrece algún servicio o producto gratuito o rebajado, premios, vídeos, imágenes…, pero para acceder a ello, hay que entrar en el enlace que aparece en el vídeo.
Este enlace llevará a la víctima a un sitio web fraudulento falso, que en la mayoría de los casos lo que hará será instalar algún tipo de malware en su equipo, a través del cual, los hackers podrán robarse datos personales, contraseñas de cuentas de usuario, datos bancarios, etc.
Otros riesgos de Chatroulette, no tan evidentes
Hemos visto los peligros de Chatroulette más habituales, pero no son los únicos, puesto que no dejamos de estar contactando con un completo desconocido, cuyas intenciones reales no sabemos cuáles pueden ser.
Puede que nada más conectar el chat, te encuentres con contenido sexual que no querías ver (por lo menos podrás cortar la conversación en el acto).
Podrás encontrarte gente cuyo único propósito será meterse contigo y no mantener una conversación civilizada.
Este tipo de vídeo chats también pueden crear adicción, especialmente entre los usuarios más jóvenes, puesto que conectar vía vídeo con un desconocido tiene su punto de aventura y emoción para ellos.
¿Cómo puedo evitar los peligros de Chatroulette?
Evitar los peligros de Chatroulette pasa por ser precavidos y, si somos padres, por familiarizarnos con estas plataformas, aprender a usar el control parental y no dejar que nuestros hijos se conecten a Internet fuera de nuestra vista, mucho menos si además hay una webcam conectada al ordenador.
Si no quieres que circulen imágenes comprometidas tuyas por la Red o ser víctima de sextorsión o ciberacoso, no te desnudes delante de la cámara cuando uses Chatroulette, por mucho que insista la persona que está al otro lado; no conocer sus verdaderas intenciones, no sabes si realmente está solo o si está grabándote.
Si no quieres ser víctima de phishing, no entres en ningún enlace que te faciliten por Chatroulette, la promesa de regalos o contenidos gratuitos oculta un intento de robo de datos personales y puede que bancarios.
No se puede hacer una denuncia en Chatroulette al uso, sino solo reportar el comportamiento ofensivo a través un botón habilitado para ello; si un usuario recibe varios reportes en poco tiempo, será expulsado de la plataforma.
Al final, los peligros a los que nos exponemos al usar Chatroulette (en el caso de los adultos) tienen más que ver con que nosotros mismos no tengamos cierto cuidado y cabeza, que otra cosa. Este tipo de plataformas siempre atraerán a usuarios cuestionables, que dada la aleatoriedad de los emparejamientos, no podremos evitar, pero sí cortar la conexión en el momento en que nos sentamos incómodos.
Así que como con cualquier red social, app de contactos o mensajería instantánea o intercambios de contenidos online; piensa siempre antes de enviar nada que pueda contener información personal que no quieras que circule sin control por la Red o imágenes, vídeos o documentos que puedan ser comprometidos y causarte algún mal.
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