Hace un tiempo, Wallapop creó un servicio de pago llamado Wallapay para asegurar el pago y el envío de los artículos que los usuarios de la plataforma preferían adquirir a través de envío postal o pagar a través del teléfono. En esta entrada vamos a explicar en qué consistía Wallapay y en qué se ha convertido.

¿Qué es Wallapay?

Wallapay es, junto a Wallapop Envíos, el predecesor de Wallapop Protect, que ahora aún estos dos servicios y que cumple una de sus mismas funciones, la protección de Wallapop para pagos y envíos de artículos entre particulares. Pero cuando se creó, Wallapay era también un sistema de pago a través del móvil.

Como ya sabéis, la manera de funcionar de Wallapop se basa en el contacto directo entre vendedor y comprador; a través de un chat, ambos se ponen de acuerdo para cerrar una transacción (la compra de un artículo que el vendedor tiene anunciado). Lo habitual es que vendedor y comprador concierten un lugar y una hora para llevar a cabo la compra-venta. A la hora de abonar el precio acordado, el comprador podía pagar con Wallapay usando su móvil en vez de realizar el pago en efectivo (siempre que el vendedor estuviera de acuerdo).

Pero donde más garantías ofrecía era en los envíos de artículos para aquellos compradores que no podían desplazarse a recoger el artículo, puesto que el pago quedaba bloqueado por Wallapop hasta que el comprador recibiese el artículo y, tras 48 horas desde su recepción, si no había queja por su parte, abonar el dinero al vendedor. De esta forma, en caso de que el artículo no llegase o fuese defectuoso o no fuese lo acordado, el comprador no perdería su dinero, siendo una manera de evitar posibles timos en Wallapop.

Actualmente, todas estas funciones están disponibles a través de Wallapop Protect.

¿Cómo funciona Wallapay?

El funcionamiento de Wallapay era bastante sencillo; el comprador solo tenía que añadir una tarjeta bancaria a su perfil de la plataforma, a través de lo cual realizar los pagos a los vendedores. Mientras que los vendedores, o aquellos compradores que también realicen ventas, aparte de la tarjeta, debían añadir también una cuanta bancaria donde recibir los pagos una vez confirmada la llegada del artículo.

Cuando los vendedores aceptaban pagos y envíos a través de Wallapay, en el chat aparecía un icono de un paquete azul (aún aparece así, solo que ahora el servicio tiene otro nombre), una vez ambas partes llegaban a un acuerdo sobre el artículo, el comprador solo tenía que pulsar el icono y seleccionar entre «Me lo envía», si el artículo se iba a enviar por Correos, o «Estoy con la persona» para pagar en el momento de realizar la venta de manera presencial.

En la primera opción, como ya hemos comentado, Wallapop bloquea el dinero de la compra hasta que comprador confirma la recepción del artículo y transcurrido un período de 48 para poder probarlo. En la segunda opción, el ingreso del dinero al vendedor se produce se produce entre las 24 y 48 horas siguientes a finalizar la transacción.

Comisiones Wallapay

Wallapay tenía asociadas unas comisiones; para la opción de pago presencial, la comisión era de entre 0,99 euros y 6,99 euros, las tarifas variaban en función del propio precio del artículo y el coste adicional quedaba asumido por el comprador.

Para la opción de envío por correo, la comisión por la gestión era de un 10% del precio del producto, también asumido por el comprador, junto a los gastos de envío por Wallapop.

Wallapay solo permitía hacer este tipo de pasos cuanto el precio era igual o inferior a 500 euros, de manera que artículos más caros no podían pagarse a través de este sistema.

Envíos en Wallapay

El precio de los envíos en Wallapop usando Wallapay era fijo. Este coste del envío era de 2,95 euros, que asumía el comprador al realizar el pago.

Solo podían enviarse artículos dentro de la península (quedando fuera las Islas Canarias, las Islas Baleares, Ceuta y Melilla) y la gestión se hacía exclusivamente por Correos (igual que ahora con Wallapop Protect).

El peso de los envíos admitido era de un máximo de 4 kg. (este peso ahora llega hasta los 30 kg. con Wallapop Protect), de manera que si había que enviar algo más grande, había que recurrir a otro servicio de mensajería, lo que ya quedaba fuera del sistema de pagos y envíos por Wallapay.

Wallapay, como ocurre ahora con Wallapop Protect, no estaba incluido en el servicio premium de Wallapop, puesto que los gastos de envío y la comisión corrían a cargo de los compradores, independientemente de si el vendedor era un profesional o un particular.

¿Es seguro Wallapay?

Wallapay es seguro, o lo era, y por extensión su sucesor, Wallapop Protect, lo es ahora, hablando en general, puesto que protegía el dinero del comprador hasta la recepción del artículo. Daba más seguridad en los envíos postales, porque estaba ese plazo de 48 horas para probar el artículo, mientras que con la opción de «Estoy con la persona» ese plazo no existía y si unas horas después o unos días después el artículo dejaba de funcionar o daba problemas, no había forma de reclamar la devolución del dinero.

Sin embargo, donde más problemas podía dar era en las disputas entre comprador y vendedor, donde Wallapop tenía que mediar.

Las reclamaciones o quejas en Wallapop se llevan a cabo a través de un sistema de disputas, que se abre directamente en el chat entre comprador y vendedor. El comprador puede alegar ahí algunos motivos, que debe justificar con pruebas, de por qué reclama la devolución del dinero (artículo en mal estado, no se corresponde con lo acordado, etc.) y el vendedor puede aceptar o rechazar la reclamación.

Cuando se rechaza la reclamación, es Wallapop quien debe mediar y decidir quién tiene la razón, una decisión que no siempre será justa, porque a veces es muy difícil comprobar quién está mintiendo (por ejemplo, el comprador ha adquirido un teléfono móvil, pero alega que le ha llegado un ladrillo en el paquete que le envío el vendedor y adjunta supuestas fotos que lo acreditan. El vendedor puede decir que está mintiendo, pero Wallapop tiene complicado decidir quién dice la verdad). En ese sentido, muchas veces la plataforma falla a favor del vendedor.

En cualquier caso, las disputas solían tardar (y tardan) bastante en resolverse y tampoco había una vía de contacto con Wallapay sencilla, puesto que no había teléfono de atención al usuario o un correo electrónico al que dirigirse en este caso o debido a otros problemas.

En conclusión, Wallapay fue un primer paso para hacer las transacciones entre particulares en Wallapop algo más seguras, especialmente aquellas en las que había que enviar el artículo por correo. El siguiente paso ha sido fusionar Wallapay y Wallapop Envíos es un solo servicio y ampliar algunas de sus opciones, para ofrecer una mejor experiencia a los usuarios de la aplicación.

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