Tinder es una de las aplicaciones de citas más populares actualmente, con más de 50 millones de usuarios, cabe preguntarse sobre si nuestra privacidad en Tinder está segura. En esta entrada respondemos a este interrogante y, además, os daremos algunos consejos para mejorar la protección de vuestra privacidad y datos personales cuando uséis la aplicación.
La política de privacidad de Tinder tiene algunos puntos débiles
Una aplicación tan popular y en la que circulan millones de datos personales de sus usuarios, debería tener una política seguridad incuestionable, pero este no es el caso de Tinder. Diversos informen han señalado las carencias en materia de seguridad y cumplimiento de la normativa de protección de datos, de las que adolece Tinder.
El problema viene sobre todo, porque cuando la mayoría de las perosnas deciden darse de alta en esta aplicación, no paran a leerse ni la política de privacidad, ni qué datos se recopilan de ellos, ni con que otros terceros se comparten. Se da por sentado que parte de esos datos personales se compartirán con otros usuarios que muestren interés, pero se es menos consciente de que esos datos también se pueden compartir con otros servicios con fines económicos y publicitarios.
Así, las principales razones por las que la política de privacidad de Tinder hace aguas son:
- No ofrece una información clara y transparente a los usuarios de que sus datos se compartirán con terceros que no son proveedores de servicios en el marco del consentimiento otorgado para usar la aplicación.
- No existe ningún método para que los usuarios ajusten o configuren dentro de la aplicación los datos que se comparten con terceros.
- Tampoco se informa de manera clara que al dar el consentimiento para el tratamiento de sus datos, estos datos se comparten con terceros que los usarán para elaborar perfiles de usuarios, para hacerles llegar publicidad personaliza a su perfil.
¿Es seguro Tinder?
Pero los problemas con la seguridad en Tinder van un poco más allá de sus carencias en la política de privacidad. Algo que puede poner en riesgo nuestros la protección de nuestros datos personales, sobre todo teniendo en cuenta la información que ya tenemos que facilitar a la aplicación al registrarnos (sexo, fecha de nacimiento, intereses, orígenes étnicos o raciales, orientación sexual o fotos y vídeos, entre otros).
Por un lado, se han encontrado problemas en el cifrado de la aplicación, que permiten ver cuándo un usuario desliza hacia la izquierda o hacia la derecha (la acción para comenzar un chat con otro usuario interesado en nosotros o no). Además, tampoco emplea protocolo HTTPS para el cifrado de las imágenes de perfil, lo que puede provocar que, en caso de que interceptar la comunicación entre el móvil del usuario y los servidores de la compañía, un hacker puede ver la foto de perfil, así como todas las fotos a las que accede.
En resumen, los fallos de cifrado de Tinder, pueden provocar que los datos privados de los usuarios queden al descubierto.
Pero hay otras razones que hacen que la seguridad respecto a la privacidad de los usuarios en Tinder si tambaleé.
Tinder almacena tus datos personales
Tinder no solo se queda con los datos personales que debemos facilitar para registrarnos en la aplicación, también recopila otros como nuestra ubicación, los «me gusta» que damos en Facebook o los amigos que tenemos en la red social (en caso de tener ambas cuentas vinculadas), los enlaces a fotos de Instagram, los chats que mantenemos en la aplicación con otros usuarios con los que se ha conectado, etc.
Además, todos estos datos Tinder los puede usar con fines publicitarios, tal y como establece en su política de privacidad, yendo un poco más lejos y especificando que «no debe esperar que su información personal, chats y comunicaciones siempre permanezcan seguros». Con esta afirmación y la gran cantidad de datos personales que puede recoger, desde luego nos hace pensar que debemos tener cuidado en nuestras comunicaciones a través de la aplicación.
Muchas cuentas de Tinder están vinculadas a otras redes sociales (por ejemplo Facebook)
Todos sabemos lo cómodo que resulta registrarse en un servicio o aplicación usando una cuenta ya preexistente (como nuestra cuenta de Google), nos ahorra tiempo y la necesidad de crear otro usuario y contraseña. Con Tinder ocurre igual, podemos registrarnos usando Facebook, lo que, sino configuramos las opciones de privacidad de la red social, puede traernos algún problema en cuanto a el mantenimiento de nuestra privacidad en Internet.
Al registrarnos con Facebook, Tinder tendrá acceso a nuestro perfil, del que extraerá fotos, ubicaciones e intereses, pero si no cambiamos la configuración de privacidad, puede también dejar expuesto en la red social que usamos Tinder. Además, también puede ocurrir a la inversa, que algún usuario de Tinder pueda encontrarnos en Facebook y contactarnos allí.
Algo parecido ocurre si vinculamos la cuenta de Tinder con la de Instagram, lo que permite ver las fotos que subamos a la segunda al final del perfil de la primera. En términos de privacidad no es una opción muy segura, puesto que las imágenes de Instagram podrían usarse para hacer una búsqueda de en Google y así poder conseguir nuestro perfil de Instagram, algo que podría derivar en ciberacoso.
Tu actividad puede ser monitorizada
Ya hemos apuntado antes que uno de los problemas con la privacidad que tiene Tinder es que carece un cifrado seguro para las imágenes, un problema que aparece en las aplicaciones para Android e iOS. Esto tiene como resultado que si algún hacker intercepta el tráfico entre nuestro móvil y los servidores de Tinder, podrá ver a qué imágenes de perfil estamos accediendo a a través de la aplicación.
Otros usuarios pueden encontrar tu ubicación
Al usar Tinder, tu ubicación puede ser visible para otros usuarios, ya que utiliza la ubicación para mostrar usuarios coincidentes dentro de un radio de 25 kilómetros.
Aunque Tinder ya solucionó la vulnerabilidad de seguridad que permitía, con un poco de habilidad, averiguar las coordenadas de un usuario, sustituyéndolas por medidas de distancia, hoy todavía es posible que un usuario pueda averiguar la ubicación de otro mientras se usa la aplicación.
Gestiona tu privacidad en Tinder
Ya hemos visto que la política de privacidad de Tinder deja bastante que desear, por lo que si queremos proteger algo más nuestra privacidad al usar esta aplicación, deberemos ser nosotros quienes nos ocupemos de ello.
Una forma de hacerlo es limitar la cantidad de información que compartimos en el perfil de Tinder; aunque varios campos obligatorios, otros muchos no son necesarios completarlos. Por ejemplo, no es necesario vincular nuestra cuenta de Instagram o rellenar la información sobre centro de estudios o trabajo. Muchas veces no somos conscientes de la cantidad de información que podemos suministrar a través de las redes sociales, de manera que a través de una búsqueda por Google, una persona pueda ir encontrando nuestros perfiles en las mismas.
Por ello, aunque sea menos «cómodo», es mejor no vincular cuentas de redes sociales entre sí y configurar siempre las opciones de privacidad y seguridad para evitar exponer más información privada de la que nos gustaría ante extraños.
Otros peligros de Tinder
Aparte de los problemas relacionados con la privacidad, Tinder puede tener otros peligros, puesto que sigue siendo una aplicación de citas que nos pondrá en contacto con desconocidos, entre los cuales, quizás haya algunos que quieran engañarnos. Esto no implica que la aplicación en sí sea peligrosa, pero sí que debemos tener y tomar ciertas precauciones a la hora de entrar en contacto con otros usuarios con los que ha hecho «match».
Acoso y otros delitos
Hace un tiempo, rondaba por Internet una «Guía de acoso de Tinder», una guía online que explicaba cómo se podía encontrar toda la información posible sobre un «match» de Tinder. En principio, dicha guía habría desaparecido de la Red, pero eso no quiere decir que no esté circulando aún por la web profunda. Además, ya hemos visto que a través de la foto de perfil y el tener alguna red social vinculada a Tinder, es relativamente fácil encontrar el perfil de un usuario.
Usando Google se puede llegar a nuestros perfiles en Facebook o Instagram y si están públicos y además compartimos varios datos personales, como la ciudad donde vivimos o dónde trabajamos, un acosador podría estar más cerca de nosotros de lo que nos gustaría y pasar del ciberacoso al acoso en la vida real tan solo lleva un paso.
Aunque miles de personas utilizan Tinder sin problemas, no podemos olvidar que ha habido casos de citas que han acabado en tragedia (con víctimas de abusos o asesinatos). Por ello insistimos en la precaución.
Tinder Passport
Tinder Passport es una función de Tinder para usuarios de pago (Tinder Plus y Tinder Gold); permite cambiar la ubicación a cualquier otra ciudad del mundo, de manera que se pueden perfiles de otras zonas en las que no se esté físicamente, algo que se puede usar cuando se sale de vacaciones o en un viaje de trabajo para conocer posibles «matches» en otras ciudades.
El problema de esta función es que puede poner en riesgo la privacidad del usuario. Por ejemplo, una persona sale de viaje de negocios y su pareja decide utilizar Tinder Passport para ver si durante los días que está fuera, está activo en la aplicación. Dejando a un lado la ética de engañar a la pareja, lo que queda es que a través de esta función, pudiendo usar un perfil falso, se puede infringir la privacidad del usuario.
¿Cómo puedes estar seguro con la privacidad en Tinder?
Ahora que ya conocemos todos los riesgos que puede implicar para nuestra privacidad la política de privacidad de Tinder, ¿cómo podemos protegerla de una manera más efectiva? Vamos a daros algunos consejos.
Teniendo cuidado con lo que compartes en Internet
Incluso cuando en vez de nuestro nombre, usamos un pseudónimo en Tinder, es importante tener en cuenta qué publicamos, tanto a través de la aplicación como de las redes sociales que podamos tener vinculadas, incluidas las imágenes. Ya hemos visto que a través de estas y una búsqueda en Google, se puede encontrar nuestros perfiles en redes sociales y que a veces, en estos incluimos demasiada información, que puede hacer fácil el identificarnos e incluso encontrarnos en la vida real.
Por ello es fundamental ser conscientes de lo que compartimos en Internet y, sobre todo, del nivel de privacidad que hemos configurado en redes sociales.
Usando Tinder de forma anónima
Una forma de asegurarnos de que mantenemos nuestra privacidad en Tinder es usar la aplicación de forma anónima. Para ello debemos registraros directamente ella y no usar nuestra cuenta de Facebook, además de usar un pseudónimo en vez de nuestro nombre real y usar una foto de perfil que no hayamos usado ya en Internet. Aún tendremos que suministrar bastantes datos personales, pero al no estar vinculadas las cuentas, será un poco más complicado encontrarnos en otras redes sociales.
Con una cuenta secundaria de Facebook
Si quieres usar Facebook para crear tu cuenta de Tinder, puedes optar por crearte una cuenta secundaria en Facebook, utilizando para ello una cuenta de correo temporal y usando un pseudónimo en la red social, para tener así un mayor control sobre tu privacidad. Además, si subes fotos, procura que no sean algunas ya subidas con anterioridad a Internet, para que no se fácil encontrar tu perfil principal de Facebook utilizando la búsqueda de imágenes de Google.
A través de una VPN
Si quieres asegurarte de que tu comunicación con los servidores de Tinder es completamente segura, lo mejor que puedes hacer es acceder a la aplicación utilizando una VPN (una red privada virtual), que encriptará toda la información, incluidas imágenes, que compartes a través de Tinder.
Usando la Alerta al viajero
Hace poco que Tinder incluyó la función Alerta al viajero para que miembros de la comunidad LGBTQ+ que usan la aplicación recibieses una notificación al visitar un país o zona con leyes contra personas del colectivo. Dado que las preferencias sexuales que aparecen en el perfil son completamente visibles para otros usuarios de la zona en la que se esté, al recibir esta notificación, se puede desactivar la opción «Muéstrame en Tinder» en los ajustes para tener mayor seguridad, ya que el perfil deja de ser visible.
Denunciando comportamientos sospechosos
Finalmente, podemos ayudar a los responsables de Tinder a eliminar perfiles falsos, delictivos o bots, utilizando la opción de denuncia con la que cuenta la aplicación. Si encontramos usuarios cuyo comportamiento sea sospechoso o directamente esté incumpliendo los términos de Tinder, podemos denunciarlo para que Tinder lo investigue y elimine la cuenta si es necesario.
Algunos ejemplos de infracción de los términos de uso de Tinder son:
- Usuarios que piden fotos.
- Usuarios que piden dinero o una donación.
- Perfiles falsos.
- Spam para vender productos.
- Menores que utilizan la aplicación.
- Usuarios que acosan a otros.
Aparte de denunciar este tipo de usuarios, en caso de sufrir acoso de algún «match», puedes bloquearlo seleccionando «deshacer match», haciendo que se imposible que vuelvan a conectar a través de la aplicación en el futuro.