Las Smart TV se han convertido en un elemento presente en la mayoría de hogares; poder conectar nuestro televisor a Internet nos permite usar plataformas de streaming, usar aplicaciones e incluso navegar por la Red de forma muy similar a como lo hacemos con el smartphone. Sin embargo, esa misma conectividad también las ha convertido en un riesgo para nuestra seguridad y privacidad. En este artículo vamos a explicar cómo podéis configurar diferentes ajustes para mejorar la privacidad de una Smart TV.

¿Por qué debe preocuparte la configuración de privacidad de tu Smart TV?

Generalmente, cuando pensamos en ciberseguridad, estamos pensando en ordenadores, tablets y, cada vez más, en smartphones. Sin embargo, poca gente piensa en su televisión y en que puede ser un punto vulnerable no solo para nuestra privacidad, sino también para la seguridad de nuestro equipo e, incluso, de nuestra red doméstica.

Actualmente, la mayoría de los hogares cuentan con una Smart TV (con el tiempo, su precio se ha ido rebajando y haciéndose más populares), sin embargo, pocos usuarios, una vez la han conectado a la Red, se preocupan de configurar los ajustes relacionados con la seguridad y la privacidad, como sí harían con su ordenador.

Pero una Smart TV conectada a Internet está expuesta a muchas de las mismas amenazas que cualquier otro dispositivo inteligente u ordenador y, como ocurre en estos casos, la configuración de fábrica es muchas veces insuficiente para garantizar la seguridad y privacidad de los usuarios mientras las usan o, incluso, mientras se encuentran en stand by.

Tened en cuenta que con una Smart TV conectada a Internet podéis navegar por la Red, acceder a páginas web y descargar e instalar todo tipo de aplicaciones, por lo que está expuesta a las amenazas que acompañan este tipo de acciones. Y, ojo, porque vuestra Smart TV guarda mucha información personal y seguramente no te has detenido a leer su política de privacidad.

Amenazas para tu privacidad

Las principales amenazas para la privacidad de una Smart TV son las siguientes:

 

  • Vulnerabilidades de software. Las Smart TV, como los smartphones, necesitan un sistema operativo para funcionar y este software puede presentar vulnerabilidades que exponen a la televisión a sufrir fallos o brechas de seguridad.
  • Dispositivos espía. Puede que suene a paranoia o teoría de la conspiración, pero todos recordamos noticias relacionadas con dispositivos inteligentes que se mantenían a la escucha e incluso grababan nuestras conversaciones. Muchas Smart TV incorporan micrófonos y cámaras que podrían seguir recopilando información incluso cuando no deberían estar haciéndolo. Además, si te hackean la televisión, esa persona podría tomar control de esos elementos.
  • Convertirse en parte de una botnet. Una Smart TV sin las medidas de seguridad adecuadas, puede ser atacada e infectada con malware, que a su vez puede distribuirse al resto de dispositivos conectados a la red de casa y convertirlos en parte de una botnet o red zombi.
  • En ese sentido, otras de las amenazas que enfrentan las Smart TV es convertirse en dispositivos de cryptojacking, es decir, emplearlas para la minería de criptomonedas, algo que puede afectar al rendimiento del dispositivo e incluso reducir su vida útil.
  • Una Smart TV hackeada también puede provocar que nos roben datos, como cuentas de usuario y contraseñas. Por ejemplo, al no cerrar sesión en Netflix en tu Smart TV, un hacker podría tener acceso a diferentes datos personales de tu cuenta.

Configuración básica para mejorar la privacidad de tu Smart TV

Es cierto que la protección de las Smart TV ante algunas de las amenazas que hemos mencionado antes, son, en parte responsabilidad de los fabricantes, pero si no queremos ver comprometida nuestra privacidad digital, hay algunas acciones y medidas que podemos tomar para mejorar la configuración de privacidad y seguridad de la Smart TV.

Conéctala solo a tu red

Comenzamos por el consejo más básico, conecta tu Smart TV solo a la red de tu casa. Tu red doméstica estará protegida con una contraseña robusta (idealmente), para evitar que terceras personas puedan acceder a ella.

Por supuesto, bajo ningún concepto conectes la Smart TV a una red pública (es poco probable que alguien lo haga) o a redes desprotegidas (puede ser la de tu vecino o puede que no, en cualquier caso, una red desprotegida y los dispositivos conectados a la misma pueden ser atacados por cualquiera con unos conocimientos mínimos).

Si tiene, activa el firewall

El firewall es, en muchos casos, la primera línea de defensa ante un ciberataque, así que si tu modelo de Smart TV lo incluye, pero no lo tiene activado, actívalo. Además, al estar conectada, el firewall podrá actualizarse de forma automática para reconocer y bloquear nuevas amenazas.

Considera instalar un antivirus

Sí, los virus también afectan a las Smart TV, tanto es así, que podemos encontrar ya aplicaciones de antivirus para ellas.

Hay que tener en cuenta que dependiendo del modelo, fabricante, sistema operativo y antigüedad de la Smart TV, es posible que no podamos instalarle un antivirus o, que incluso ya lo traiga instalado de fábrica (es el caso del sistema operativo webOS de LG) y este funcione de manera automática.

En cualquier caso, os recomendamos que comprobéis si vuestro Smart TV puede instalar un antivirus (tendréis que mirar qué sistema operativo usa y qué versión) o si ya cuenta con uno.

Configurar privacidad smart tv

Accede a la configuración de privacidad y modifica los ajustes por defecto

Todas las Smart TV cuentan con un apartado para configurar las opciones de seguridad y privacidad, lo encontraréis en el menú de configuración del dispositivo.

Debéis acceder a este apartado para gestionar el uso que el fabricante hace de vuestros datos personales. Como ya dijimos, las Smart TV tienen acceso a una gran cantidad de información personal, sobre todo si vinculáis vuestras cuentas de Google o correo con ellas.

Desde las opciones de seguridad y privacidad puedes gestionar si permites o no compartir tus datos.

De la misma forma que configuráis la privacidad en YouTube para compartir la mínima información personal posible con la aplicación, lo mismo podéis y debéis hacer con vuestra Smart TV.

Mantén tu Smart TV actualizada

Como ya dijimos, el sistema operativo de las Smart TV puede tener vulnerabilidades, que podrían poner en riesgo nuestra privacidad y la seguridad del dispositivo y nuestra red. Estas vulnerabilidades se arreglan a través de actualizaciones, parches que se descargan e instalan en la Smart TV, de la misma forma que pasaría con un software de ordenador.

Por ello, para evitar sufrir problemas relacionados con las vulnerabilidades del software, debemos mantener actualizada la Smart TV en todo momento. Generalmente, cuando hay disponible una actualización, recibiremos un aviso para instalarla al encender la televisión. Es recomendable que aceptéis siempre la actualización y que dejéis automática la descarga.

Si tiene reconocimiento de voz, puedes desactivarlo

Si vuestra Smart TV tiene incorporado un micrófono para darle órdenes de voz, os recomendamos que lo desactivéis. No tanto por los fabricantes, que en teoría no pueden usar esos micros para grabarnos, sino porque pueda acceder a ellos un hacker a través de, por ejemplo, una aplicación maliciosa.

Lo mismo podemos aplicar a la cámara, si la Smart TV tiene una. Incluso podéis taparla como tapéis la webcam del ordenador.

Cuidado con las memorias USB

Las Smart TV permiten conectar mediante USB memorias externas. El problema puede estar en que esa memoria esté infectada con malware y no seamos conscientes de ello, puede ocurrir, por ejemplo, si la hemos conectado en algún equipo público.

Por lo tanto, antes de conectar una memoria USB a vuestra Smart TV, es recomendable que la escaneéis con un antivirus en el ordenador.

Descarga e instala solo apps de confianza

Como ya dijimos, podemos descargar diferentes aplicaciones para nuestra Smart TV. Es cierto que, a diferencia de lo que ocurre con los móviles, donde estamos más acostumbrados a usarlas, instalamos pocas apps en la televisión, siendo muchas veces suficientes las que ya vienen preinstaladas.

Pero si sois de ese porcentaje de gente que sí busca y descarga apps para sacarle el mayor partido a su Smart TV, descargarlas solo de lugares oficiales, como Google Play Store o las tiendas de aplicaciones de los fabricantes. Bajar apps de sitios no oficiales o de confianza dudosa puede dejar expuesta vuestra televisión a diferentes amenazas y suponer un riesgo para vuestra privacidad.

Y si tenéis dudas sobre alguna aplicación ya instalada, revisad en la configuración qué permisos le habéis concedido; si una app pide acceso a recursos de más, es que igual no es una aplicación confiable.

Cuidado al navegar por Internet

Es cierto que no mucha gente usa su Smart TV para navegar por la Red, pero si en alguna ocasión lo hacéis, debéis tener el mismo cuidado que tendríais al navegar en el ordenador.

Es decir, comprobad que la URL de la web a la que estáis accediendo cuenta con el protocolo de seguridad HTTPS. No pinchéis en enlaces o pop-ups sospechosos. Tened cuidado si usas aplicaciones o webs piratas para ver contenido en streaming, porque son una auténtica fuente de malware. Y no descarguéis nada de sitios de dudosa confianza.

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