Una de las novedades que llegó con la digitalización fue la posibilidad de firmar documentos de manera electrónica, seguro que muchos habéis firmado con un lápiz digital o con vuestro dedo sobre una tableta o smartphone al recibir un paquete, al realizar una compra con tarjeta o hacer algún trámite u operación en el banco. Todas ellas son firmas electrónicas, sin embargo no siempre tienen la misma validez legal, pero hay una de ellas que sí la tiene; hablamos de la firma biométrica. En esta entrada vamos a explicar qué es exactamente y por qué se la considera tan válida como la firma manuscrita.

¿Qué es la firma biométrica?

Cuando hablamos de datos biométricos, lo más habitual es que pensemos en la huella dactilar, el reconocimiento facial, el escaneo del iris o incluso el reconocimiento de voz, sin embargo, existe un tipo de firma biométrica que se usa de forma más habitual y que cuenta, como veremos más adelante, de toda validez legal, además de recogerse manera más «sencilla».

Se trata de la firma biométrica manuscrita, aquella firma que realizamos sobre tabletas o smartphones que puedan recoger aspectos biométricos de la firma, como son el trazo, la presión o la velocidad, que juntos hacen que esta sea una firma única, asociada inequívocamente a una persona.

Este tipo de firma permita garantizar la integridad del contenido firmado, puesto que asegura que este no ha sufrido ninguna alteración o cambio posterior al momento en que se firmó.

Tiene consideración de firma electrónica avanzada y se recoge a través de tabletas específicas, como Topaz o Wacom, aunque los iPads y algunos modelos Android también cuentan con esta función.

Es importante no confundir este tipo de firma biométrica con una firma electrónica realizada, por ejemplo, mediante el dedo o al escanear la firma manuscrita.

Imagen conceptual de firma biométrica

Validez legal de la firma con captura biométrica

Para que una firma electrónica tenga validez legal debe tener la consideración de firma electrónica avanzada de acuerdo al artículo 26 del Reglamento Europeo 910/2014, que enumera los siguientes requisitos:

  • Estar vinculada al firmante de manera única
  • Permitir la identificación del firmante
  • Haber sido creada utilizando datos de creación de la firma electrónica que el firmante puede utilizar, con un alto nivel de confianza, bajo su control exclusivo.
  • Estar vinculada con los datos firmados por la misma de modo que cualquier modificación posterior de los mismos sea detectable.

Además, debe pode realizarse una prueba pericial sobre la misma, tal y como se indica en los artículos 349 y siguientes de la Ley de Enjuiciamiento Civil española.

Así mismo, en la Ley 59/2003 también se contempla la firma electrónica avanzada que garantiza la autenticidad, integridad y no repudio de los documentos del firmante.

Ventajas de la firma manuscrita biométrica

Adoptar la firma biométrica manuscrita en la empresa tiene varias ventajas sobre la firma en papel, entre las cuales destacan:

  • Firma de documentos más rápida al poder firmarlos digitalmente directamente (sin tener que imprimirlos, firmarlos y escanearlos para enviarlos de vuelta).
  • Verificación en tiempo real de la firma.
  • Cuenta, como hemos visto, con plena validez legal y jurídica.
  • Ayuda a reducir el impacto sobre el medioambiente al reducir el consumo de papel.
  • Mejora los procesos en general, puesto que los documentos electrónicos permiten agilizar las actividades diarias de las empresas.

¿Es segura este tipo de firma para nuestra privacidad?

Sí, la firma biométrica manuscrita es segura para la privacidad de las personas, puesto que las aplicaciones o softwwares que la permiten, así como los dispositivos que pueden recogerla cifran o encriptan la firma, es decir, que nadie que no sea el propio firmante puede acceder a ella. Además, ni quienes prestan el servicio ni los fabricantes del software están en posesión de los datos biométricos de la firma.

Además, este tipo de firmas van acompañadas de un sello de tiempo que marca el momento en que se firmó el documento y que sirve para evidenciar modificaciones posteriores.

Así mismo, permiten (o deben permitir) poder ser revisadas por un perito (recuperando los datos biométricos de la firma a través de una aplicación), dentro de una actuación judicial, que pueda acreditar la autenticidad de la firma o no.

firma biométrica pago con tarjeta

Softwares con los que podemos generar nuestra propia firma biométrica

Aunque la mayoría de tabletas de firmas incluyen software y APIs pare recoger la firma biométrica, si se quiere más seguridad, así como poder demostrar la legalidad y validez de la firma, es recomendable usar un software que firme y selle el documento PDF, introduciendo los datos biométricos y la imagen de la firma en un documento PDF, uniéndolos y protegiendo el documento mediante algoritmos hash y sellado asimétrico.

Existen muchos softwares y aplicaciones que actualmente permiten generar y recoger la firma biométrica manuscrita, aquí os dejamos listados 5 de estos programas; eso sí, son todos de pago (con versiones de prueba gratuita), con diferentes planes según la necesidades de vuestra empresa o negocio.

Recordad que para poder utilizar estos softwares, vuestra tableta, smartphone o PC deben ser capaces de recoger la firma a través de la pantalla táctil en los dos primeros casos, y a través de una tableta externa en el caso del PC.

Diferencias entre firma biométrica y digital o electrónica

Si estáis pensando que la firma biométrica y la firma digital o electrónica son iguales, estáis equivocados. Sí, ambas firmas se realizan de forma digital y se recogen a través de aplicaciones o softwares firmando sobre documentos a través de una tableta o smartphone, pero hasta ahí toda similitud.

Como ya dijimos, la firma biométrica es una firma electrónica avanzada y, a diferencia de la firma electrónica simple como la del dni, permite recoger los rasgos biométricos que vinculan la firma con el firmante de manera única, es decir, que registra la velocidad a la hora de escribir la firma, la presión que se ejerce en cada momento del proceso e incluso las inflexiones o cambios de dirección en la grafía de la firma. Como sabéis, cada persona realiza su firma personal de una manera concreta y prácticamente inconsciente o «automatizada», que resulta difícil de imitar completamente por otra persona.

En ese sentido, la firma biométrica y la firma digital o electrónica simple también si diferencian en que la primera previene la suplantación de identidad, mientras que la segunda puede falsificarse con relativa facilidad.

Finalmente, la mayor diferencia entre ambas está en su validez legal y jurídica. Como hemos visto a lo largo de la entrada, la firma biométrica es una firma electrónica avanzada y cuenta con plena validez legal y jurídica, mientras que la firma electrónica simple no la tiene y por lo tanto no podría utilizarse como medio probatorio.

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