El desarrollo de las tecnologías y el internet de las cosas no escapa a nadie, ni siquiera a los más pequeños de la casa. Los niños ya no se divierten con trenes de juguete. La nueva era digital ha dado paso a los juguetes conectados. Pero, ¿tienen algún riesgo para la privacidad y seguridad? En este artículo te hablamos sobre el uso seguro de juguetes conectados.

¿Qué son los juguetes conectados?

Un juguete conectado es aquel que tiene funciones de conectividad para interactuar con otros dispositivos domésticos, como móviles o tabletas, o para intercambiar datos a través de Internet.

Gracias a esta conexión, algunos juguetes conectados a internet son capaces de:

  • Reconocer la voz o los movimientos del menor
  • Reaccionar a sus órdenes
  • Responder sus preguntas (por ejemplo un muñeco interactivo o un robot programable)
  • Visualizar la imagen recogida por sus cámaras incluidas en una aplicación en el móvil (por ejemplo un dron)
  • Acceder a juegos o aplicaciones de comunicación en Internet (por ejemplo un smartwatch o una tableta infantil), etc.

No se consideran juguetes electrónicos conectados otros juguetes tecnológicos sin conexión. Como por ejemplo un coche dirigido por radio control, o un muñeco que reacciona a órdenes sin conectarse a Internet ni a otro dispositivo. Tampoco otros dispositivos digitales como videoconsolas, reproductores mp3, smartwatches, móviles o tabletas.

Sigue leyendo y verás como en esta guía para el uso seguro de juguetes conectados te ofrecemos toda la información que necesitas y algunos consejos muy útiles.

Tipos de juguetes conectados

Existen diferentes tipos de juguetes conectados en base a las funciones que son capaces de realizar. Algunos de los que se pueden distinguir son:

  • Juguetes conectados capaces de grabar o transmitir imágenes en tiempo real, caso de drones o vehículos teledirigidos equipados con cámara, que pueden enviar las imágenes a otros dispositivos.
  • Juguetes electrónicos capaces de reconocer, grabar o reproducir la voz del menor para interactuar con él, por ejemplo un robot capaz de obedecer órdenes basadas en comandos de voz.
  • Juguetes conectados que se pueden manejar a través de una tablet u otros dispositivos móviles y que permiten compartir imágenes del juego o interactuar con otros usuarios a través de una app.
  • Otros dispositivos que permiten al menor comunicarse a través de internet, como tablets, ordenadores portátiles infantiles o smartwatches.

¿Qué datos recogen los juguetes conectados?

Cualquier juguete conectado recopila una serie de datos básicos para su funcionamiento. La propia palabra «conectado» ya indica que existe una conexión entre el dispositivo y alguna red, servidor o aplicación. El tipo de datos que recogen estos juguetes depende de su modo de funcionamiento y las propias características del juguete. Algunos ejemplos de información que pueden recopilar son.

  • Respuestas grabadas por el menor a preguntas realizadas
  • Imágenes del menor con cámaras integradas
  • Elecciones que hace el menor durante el juego a través de una aplicación vinculada.

¿Para qué recogen nuestros datos?

Ya hemos visto que los juguetes conectados usan información personal del menor durante el juego. Pero, ¿para qué se utilizan realmente esos datos? Pueden suponer algún riesgo para la seguridad o privacidad del menor?

Envío de datos

Estos juguetes se conectan a Internet para enviar los datos que recogen.

Por ejemplo, si hace una pregunta que el niño responde, puede enviar la respuesta a través del wifi y el fabricante la registra en sus sistemas.

Almacenamiento

El fabricante debe especificar en la política de privacidad:

  • Quién es el responsable de la información que se recoge
  • Tratamiento de datos del menor
  • Cómo pueden ejercerse los derechos otorgados por la normativa de Protección de Datos.

El usuario debe aceptar esa política de privacidad y las condiciones al usar el juguete.

Uso de los datos

La información recogida y almacenada habitualmente se utiliza para crear perfiles sobre edad, gustos, intereses, localización, etc.

Los objetivos pueden ser:

  • Personalizar la experiencia del juego: el juguete adapta sus reacciones y respuestas al perfil y gustos del niño.
  • Publicidad dirigida: puede ofrecer anuncios de otros productos atractivos para el menor, a través de la aplicación del juego, la página web o emails promocionales.
  • Venta y transmisión de datos personales: el fabricante facilita esos perfiles a otras empresas para que los usen según sus propios objetivos comerciales.

Riesgos de los juguetes conectados

Para interactuar con los menores pueden disponer de cámaras o micrófonos integrados, lo que podría permitir al juguete recoger imágenes y sonidos continuamente.

Por ello se recomienda desactivar el juguete cuando no se esté utilizando.

En caso de que el juguete no sea seguro puede permitir que una persona ajena se conecte directamente con el juguete o con el dispositivo vinculado utilizado para jugar (móvil o tableta). Y podrían acceder a las grabaciones o imágenes del menor, conseguir información personal o incluso contactar con él.

Con la conexión a Internet o a otro dispositivo, el juguete podría enviar cualquier información recogida a los sistemas en la nube de la empresa fabricante. Allí se debería proteger adecuadamente la información para evitar accesos no autorizados por parte de otras personas. De la misma manera, en su política de privacidad debe quedar claro el uso y tratamiento que van a dar a estos datos.

Por otra parte, las propias conexiones del juguete (WiFi, Bluetooth, NFC, etc.) deben estar protegidas. Por ejemplo modificando las contraseñas establecidas por defecto. Para impedir que un tercero pueda conectarse al juguete y acceder a los datos recogidos, o incluso entrar en contacto con el menor.

¿Cómo elegir un juguete conectado?

Antes de comprar este tipo de juguetes debes valorar la edad recomendada para su uso y si el menor tiene la madurez necesaria para usarlo con seguridad. Y debes acompañar al menor en el juego para enseñarle cómo jugar de forma segura.

Al ser dispositivos tecnológicos, es necesario leer las especificaciones técnicas donde se establezcan:

  • funcionalidades del juguete,
  • medidas de seguridad y
  • disponibilidad de las actualizaciones.

Lo ideal es que tenga algún tipo de control parental. Y un botón de apagado que permita desconectarlo totalmente cuando no se esté utilizando.

Estos juguetes conectados necesitan una compra informada. Debes:

  • Reflexionar sobre los motivos de la compra: si tiene una función educativa o va a mejorar el entretenimiento del menor
  • Valorar las características del juguete antes de comprarlo y anteponer siempre el bienestar y seguridad del menor a cualquier otra motivación.

Y si tienes dudas, puedes informarte a través de la web del fabricante u otras webs en las que aparezcan opiniones de expertos o usuarios. También puedes pedir asesoramiento al personal del comercio.

¿Cómo configurar la seguridad de los juguetes conectados?

Es muy importante configurar un juguete conectado de forma segura si se conecta a otros dispositivos. Y también asegurar la conexión Wifi para evitar accesos de otras personas.

Debes usar todos los recursos que ofrezca el juguete para mejorar la seguridad:

  • Modifica los códigos y las contraseñas por defecto para la conexión con otros dispositivos
  • Mantén al día las actualizaciones para corregir posibles fallos de seguridad
  • Desconecta el juguete cuando no lo estés utilizando para evitar que siga recogiendo datos

Algunos juguetes incorporan herramientas de seguridad específicas como control de tiempo de juego para evitar un uso excesivo.

Pero también puedes limitar el acceso a otras aplicaciones o las compras no autorizadas usando el control parental del móvil o tableta.

Revisa y elimina periódicamente los registros de mensajes y otros datos personales almacenados en los sistemas del fabricante. Y cuando el juguete ya no vaya a utilizarse más, solicita la eliminación de todos los datos y de tu cuenta de usuario.

¿Cómo enseñar a los menores a jugar de forma segura?

Es fundamental que los menores sean conscientes de los riesgos de Internet y, para ello, el ejemplo que les demos será básico. La ciberseguridad para niños es algo en lo que muchos fabricantes no hacen hincapié, por lo que ahí entra la responsabilidad de los padres.

  • Acompáñale en el juego: de tu mano aprenderá a jugar de forma segura.
  • Edúcale en el respeto: es fundamental el desarrollo de habilidades sociales y valores saludables ya que con esos juguetes pueden hacerse daño a sí mismos o herir a otras personas de su entorno.
  • Supervisa su actividad: trata de corregir aquellas conductas que puedan suponer un riesgo. Por ejemplo, que no deben hacer o decir nada delante del juguete que no quieran que lo vea u oiga un desconocido.
  • Enséñale a tener un pensamiento crítico: de esa forma podrá afrontar los riesgos con mayor madurez y conocimiento. Explícale por qué debe desconfiar de mensajes o peticiones de desconocidos.
  • Indícale cómo pedir ayuda: a veces, por miedo o vergüenza, no es fácil hacerlo.

Más consejos para el uso seguro de juguetes conectados

Como padres o tutores del menor hay que vigilar que el fabricante cumpla la normativa de protección de datos. Debe especificar claramente quién es el responsable del tratamiento de datos, para qué se va a utilizar esa información y cómo puede el usuario ejercer sus derechos de acceso, rectificación, supresión, limitación del tratamiento, portabilidad y oposición.

También es responsabilidad de los padres o tutores comprobar asegurarse de que el menor tiene la edad mínima recomendada para jugar con un dispositivo conectado. También hay que valorar si tiene algún valor educativo o influir positivamente en el menor.

Por otro lado, hay que tener en cuenta el tipo de conexión que utilizan los juguetes conectados. Si usan redes WiFi hay que comprobar que se trate de redes seguras. Además, siempre es recomendable cambiar las contraseñas que vengan por defecto.

Ejemplos de juguetes electrónicos peligrosos

Existen diversos casos de juguetes conectados peligrosos, que así han sido catalogados por asociaciones y agencias de diversos países. Un ejemplo es la muñeca Cayla, que fue prohibida por la Agencia Federal de Redes de Alemania tras demostrarse que su conexión a internet y Bluetooth podría ser utilizada como instrumento de espionaje, ya que cualquier usuario que disponga de un dispositivo con Bluetooth podría conectarse a ella en un radio de 10 metros.

La Agencia Federal de Redes de Alemania también prohibió hace unos años la venta de diversos modelos de smartwatches que contenían funciones que facilitaban el ciberespionaje. No es la única agencia gubernamental que ha alertado sobre la privacidad de los relojes inteligentes para niños. Recientemente, el Consejo Noruego del Consumidor publicó un informe sobre los smartwatches que avivó la polémica sobre la seguridad de estos dispositivos y sus riesgos para la privacidad, en especial de los menores de edad.

Por su parte, la OCU realizó un estudio sobre 5 modelos de juguetes conectados, Jumping Race Jett, Rovospy, Turbo Dave, Teksta y BB8 para comprobar los niveles de seguridad de dichos productos. Las conclusiones fueron que dos de ellos, Jumping Race Jett y Rovospy, tenían graves brechas de seguridad que ponían en riesgo la privacidad de los menores.

Por último, está el caso de la conocida marca VTech, que fue sancionada con 650.000 dólares por recopilar información de los usuarios sin consentimiento. Además, la multa se vió agravada por un fallo de seguridad que provocó la fuga de datos de 4,8 millones de clientes.

Últimas recomendaciones

En este y en cualquier otro caso relacionado con el uso seguro y responsable de Internet en el ámbito familiar o educativo, puedes consultar gratuita y confidencialmente tus dudas e inquietudes con la Línea de ayuda en ciberseguridad de INCIBE en el 900 116 117 o en https://www.is4k.es/ayuda.

También tiene otras soluciones en la red como Cyberscouts, una iniciativa online de Internet Segura For Kids  o IS4K que permite jugar con tus hijos para poner a prueba tus conocimientos de ciberseguridad. Gracias a estos minijuegos tanto niños como mayores pueden aprender sobre seguridad en juguetes conectados mientras se divierten.

Ahora te toca a ti, ¿cuál es tu experiencia con un juguete conectado en casa?, ¿te resulta sencillo supervisar su uso?

Espero tus comentarios, que serán útiles para el resto de padres y madres implicados en la seguridad en línea de sus hijos.

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