El impacto de las nuevas tecnologías en todos los ámbitos de la sociedad es incuestionable, y eso incluye el Derecho, donde la evolución de internet y las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) no solo ha traído nuevos retos jurídicos y nuevos delitos (o nuevas formas de cometer los delitos de siempre), también ha generado nuevas profesiones y oportunidades para los licenciados o graduados en derecho que decidan especializarse en este ámbito que aúna al Derecho y las nuevas tecnologías en una relación con mucho futuro por delante.
¿Qué relación hay entre el Derecho y las nuevas tecnologías?
La relación entre el Derecho y las nuevas tecnologías podríamos englobarla en un solo concepto, el de derecho tecnológico o derecho informático. Un concepto que puede entenderse desde dos acepciones distintas: el derecho tecnológico como una «nueva» especialidad o rama del Derecho y el derecho tecnológico como las aplicaciones de la tecnología en el Derecho.
Pero ambas acepciones tienen algo en común y es, precisamente, como decíamos en la introducción, ese impacto que las nuevas tecnologías han tenido sobre todos los ámbitos de la sociedad y que ha generado nuevos delitos y formas de delinquir, (como los delitos informáticos), nuevas formas de propiedad intelectual y derechos de autor, nuevos derechos (como los derechos digitales), nuevos retos para la protección de la privacidad y la intimidad (como los planteados por las redes sociales) y nuevas normas legales (como la Ley de Protección de Datos).
Ya sea como rama jurídica y especialidad del Derecho o como tecnologías aplicadas al Derecho para agilizar y mejorar procesos (tanto en despachos de abogados como en la Administración de Justicia), el derecho tecnológico o informático constituye toda un área de especialización que cualquier licenciado o graduado en derecho debería tener en cuenta de cara a su futuro profesional, porque internet, las TIC y las nuevas tecnologías seguirán desarrollándose y evolucionando y planteando nuevos retos legales.
El metaverso, el desarrollo de la Inteligencia Artificial, el uso cada vez más extendido del Big Data y el machine learning (que también ha comenzado a aplicarse en el ámbito del Derecho y la justicia), son solo algunas de las cosas que están por llegar o que ya se están desarrollando y donde la formación especializada será más que necesaria.
¿Por qué especializarse en derecho tecnológico?
Especializarse en derecho tecnológico puede abrir nuevas puertas profesionales al licenciado o graduado en derecho o al abogado ya en ejercicio de su profesión. Como hemos dicho, el derecho tecnológico o informático engloba una gran variedad de áreas, donde los conocimientos de Derecho son fundamentales, pero en el que también se requiere de una formación específica y especializada.
No hablamos solo de conocer los delitos informáticos tipificados en el Código Penal o saber qué dice el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) y la Ley Orgánica de Protección de Datos y Garantía de Derechos Digitales (LOPDGDD), sino también de cómo se llevan a cabo este tipo de delitos, a través de qué vía y con qué herramientas, o cómo aplicar y adaptar las obligaciones de esas normativas en una empresa.
Además, hablar de derecho tecnológico es también hablar de compliance (cumplimiento normativo), por el papel que juegan las nuevas tecnologías y las TIC en este ámbito, no solo por las leyes y reglamentos que las regulan y que las organizaciones, tanto privadas como públicas, deben contemplar y cumplir, sino también porque gracias a una formación especializada, el abogado puede ayudar a la organización a adoptar e implementar sistemas de gestión de compliance más o menos especializados, en función de su actividad y sector.
Pensemos, por ejemplo, en una empresa o start-up dedicada al desarrollo de soluciones de software; contar con un abogado con formación específica en nuevas formas de gestión de la propiedad intelectual e industrial, como la que se puede adquirir a través de un máster en propiedad intelectual enfocado en nuevas tecnologías, le permitirá afrontar los retos legales y los problemas que puede enfrentar este tipo de negocio, especialmente en torno a patentes y derechos de autor en el entorno digital.
Otro ejemplo lo tenemos en la especialización en protección de datos, a través de un máster en protección de datos; esta formación específica permitirá al abogado trabajar como técnico o consultor de protección de datos en cualquier organización o como Delegado de Protección de Datos (DPO) en aquellas organizaciones que están obligadas a contar con esta figura, que debe poder acreditar formación y experiencia en la materia.
¿Cómo formarse en derecho tecnológico?
Ahora que ya tenemos más claro qué es el derecho tecnológico y su importancia como especialización, ¿cómo puede un licenciado o graduado en derecho o abogado formarse en esta materia?
Actualmente, existen diferentes opciones de formación en distintas áreas de lo que entendemos por derecho tecnológico, así como en el uso de las tecnologías aplicadas al derecho (o legaltech).
Pero sin duda, la formación que más peso está cogiendo, por el grado de especialización y aplicación práctica, así como las oportunidades profesionales que representa una vez adquirida, son los másteres, como los ya citados másteres en propiedad intelectual e industrial, en protección de datos, así como en compliance, en seguridad de la información, en nuevas tecnologías aplicadas al derecho, etc.
Este tipo de formación está abierta a cualquier licenciado o graduado en Derecho, así como a otras titulaciones relacionadas con las materias o parte de las materias que se imparten en los másteres, por lo que se puede acabar teniendo un perfil profesional muy versátil.
Las salidas profesionales de la especialización en derecho tecnológico
Como decíamos, especializarse en derecho tecnológico puede abrir muchas puertas profesionales al abogado, además de ser un perfil profesional con una amplia proyección de futuro, puesto que el desarrollo de las TIC existentes y las nuevas tecnologías emergentes es algo que va a seguir produciéndose y trayendo consigo nuevos retos y desafíos legales, nuevos marcos normativos y, muy seguramente, nuevas áreas de especialización que van a requerir de estos conocimientos específicos.
Así, entre las diversas salidas profesionales que ofrece la especialización de derecho tecnológico tenemos:
- Abogados en firmas o boutiques legales especializadas en propiedad intelectual, protección de datos y/o compliance y compliance IT o compliance tecnológico.
- Abogados en empresas informáticas.
- Abogados en entidades de gestión de derechos de autor.
- Técnico de protección de datos en empresas.
- Delegado de Protección de Datos para empresas y organismos públicos.
- Abogados digitales.
- Consultor en protección de datos.
- Auditor en protección de datos
- Compliance Officer en empresas.
- Chief compliance officer.
- Experto en diligencia debida (due diligence).
- Consultor experto en prevención del blanqueo de capitales.
- Supervisión y gestión de canales de denuncia internos.
- Peritos expertos en compliance.
En definitiva, Derecho y nuevas tecnologías es un binomio de futuro y una formación especializada en derecho tecnológico, en cualquiera de sus diferentes áreas, una opción que promete una gran variedad de salidas profesionales, cada vez más demandadas por las empresas.
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