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Multa de la AEPD a los Testigos de Jehová por robar datos médicos

Nuevo golpe para los Testigos de Jehová.

La Agencia de Protección de Datos ha multado al culto religioso con 10.000 euros por recopilar datos de médicos y pacientes sin autorización previa.

Acceso a datos de salud sin consentimiento

A través de unos Comités de Enlace con los Hospitales, equipos de Testigos de Jehová encargados de estas labores en cada provincia, se dedicaban a hablar con los médicos para confirmar si estaban dispuestos a operar sin sangre, de acuerdo a lo que indica su religión, que prohíbe cualquier tratamiento médico, como transfusiones, que sea mediante sangre.

Sin embargo, al recoger estos datos se extralimitaban de sus funciones, recabando información de diversa naturaleza sobre los pacientes, pero sin pedir el permiso pertinente que estipula la ley.

Recordemos que el RGPD establece la obligatoriedad de disponer de un consentimiento expreso de los afectados para poder tratar sus datos personales.

O, si no, tener un interés legítimo para ello. Algo que en este supuesto no existe.

Recurso de los Testigos de Jehová

Los Testigos de Jehová han presentado un recurso tras el fallo administrativo, pero no ha sido aceptado.

Esto significa que deberán abonar los 10.000 euros por recopilación sin autorización de datos de galenos y pacientes.

La multa responde a una infracción de la normativa de Protección de Datos de Carácter Personal, tipificada como grave.

Ni los pacientes ni el personal sanitario habían otorgado su consentimiento expreso para que se recogiera su información personal así como otros datos administrativos.

Hace unos meses la organización religiosa fue condenada también en EE.UU. a pagar 35 millones de dólares por abusos sexuales.

Libro de ancianos

En la versión más actualizada del libro de los líderes religiosos de los Testigos de Jehová, de 2019, habla sobre la función de estos Comités de enlace.

En el libro explican la utilidad de la tarjeta para que sus fieles puedan transmitir a los médicos su opción religiosa para no recibir tratamientos con sangre. En la teoría, todo es regular.

Pero en la práctica han ido demasiado lejos en su empresa y ahora se han visto obligados a rendir cuentas.