¿Es el 5G una tecnología peligrosa? ¿Cómo podría afectar a nuestra salud? ¿Tienen razón quienes dicen que las ondas electromagnéticas del 5G pueden provocar cáncer o aumentar la contaminación atmosférica? En este artículo profundizamos acerca de los peligros del 5G y las polémicas y dudas que están surgiendo a raíz de la implantación de esta tecnología.
¿El 5G es peligroso para nuestra salud?
Se está vendiendo el 5G como un gran avance, necesario para mejorar las telecomunicaciones y avanzar hacia un mundo conectado, el llamado internet de las cosas. Sin embargo, lo cierto es que ofrece tantos beneficios como dudas.
Pero veamos cómo han ido avanzando las redes de telecomunicaciones. Primero llegó el 2G y los SMS. Después vino el 3G y la conexión permanente a internet. Con el 4G apareció la llamada banda ancha y la posibilidad de navegar a velocidades más altas. Ahora, el 5G llega para entrar en la era de la hiperconectividad, los dispositivos interconectados o las ciudades inteligentes.
Cada vez que se produce un gran avance de este tipo, siempre surgen voces críticas que se preocupan por los efectos negativos que podrían tener las nuevas tecnologías, sobre todo cuando no existen los suficientes estudios de evaluación de riesgos.
En el caso del 5G, la preocupación llega por los niveles de radiación electromagnética necesarios para hacer funcionar las infraestructuras. Según voces críticas como Ecologistas en Acción, estas ondas son susceptibles de provocar riesgos para la salud, como desarrollar diferentes tipos de cáncer.
Pero, ¿es real el peligro del 5G?
Según la Organización Mundial de la Salud, la tecnología 5G todavía está en una fase muy temprana de implementación, por lo que no existen estudios o datos significativos acerca de sus riesgos para la salud. La OMS añade que, hasta el momento, no se ha probado que las tecnologías inalámbricas tengan efectos nocivos para la salud de las personas.
Sin embargo, paradójicamente incluyeron a las tecnologías inalámbricas dentro del grupo de sustancias cancerígenas nivel 2B, que representa un riesgo bajo para el ser humano, al mismo nivel que el talco, el café, los alimentos en conserva o la carne procesada.
Por su parte, el Comité Científico Asesor en Radiofrecuencias y Salud ha publicado en febrero de 2020 un documento en el que se afirma que no existe ninguna evidencia científica sobre los peligros del 5G para la salud. Según su estudio, la exposición a las tecnologías inalámbricas por debajo de los niveles recomendados por el ICNIRP (Comisión Internacional de Protección de Radiación no Ionizante) no conlleva riesgos conocidos para la salud de las personas.
¿Dónde nace la teoría de que el 5G es malo para la salud?
No hay un momento o movimiento concreto que haya supuesto el inicio de la polémica sobre el 5G. Las voces críticas ante lo desconocido se han producido siempre a lo largo de la historia.
La principal razón del nacimiento de estas teorías es el miedo a lo desconocido, del mismo modo que hace siglos la inquisición actuaba sobre leprosos o supuestas brujas. Es un movimiento de tipo popular que en la actualidad encuentra además un importante altavoz en internet y la redes sociales.
Generalmente, estos comportamientos sociales basados en el miedo siempre usan algún chivo expiatorio. En este caso dirigen las críticas hacia el 5G, del mismo modo que primero lo hicieron hacia las vacunas o el WiFi. Suele tratarse de opiniones pseudocientíficas cimentadas en argumentos muy débiles pero efectivos para quienes quieren creer.
Por ejemplo, en los últimos meses hay páginas en Facebook, Youtube y otras redes sociales dedicadas a difundir la idea que las redes 5G fueron las que provocaron la expansión del Covid-19. Esta teoría, de dudosa o nula credibilidad, partió del video de un médico belga que encontró difusión en redes sociales. Sin embargo, Youtube ya ha afirmado que eliminará todos los vídeos que vinculan el 5G con el Coronavirus por motivos de interés y salud pública.
Teorizar sobre el 5G efectos salud de personas, animales y plantas sin pruebas tiene consecuencias
En la era digital es frecuente que cualquier pueda tener voz y difundir su opinión sobre determinados temas que pueden resultar polémicos. Estas opiniones no están fundamentadas en ninguna base científica y inducen a la ciudadanía al desconocimiento, la desinformación y los miedos infundados.
Pero, ¿Realmente todo son teorías sin sentido y fake news o hay bases científicas que demuestran los peligros para la salud del 5G?
Desde Ecologistas en Acción afirman que existen numerosos estudios que hacen referencia a los peligros del 5G. El problema, según esta organización, es que los proveedores de servicios de telefonía son accionistas de los principales grupos de comunicación, y los gobiernos son clientes de las grandes empresas que se dedican al tratamiento de datos. Por ello, todos ellos colaboran para la creación de una agenda de medios favorable a sus intereses.
Además, también desde Ecologistas en Acción se afirma que los operadores de telefonía han estado muy hábiles, creando un comité de expertos formado por personas vinculadas a estas compañías, el ICNIRP, y que han difundido información falsa o tergiversada, por ejemplo que los niveles de radiación provocados por el 5G están muy por debajo de los límites peligrosos para la salud.
La red 5G todavía genera muchas dudas
Aparte del supuesto peligro del 5G para la salud, esta tecnología también suscita otras dudas relacionadas con su funcionamiento, consumo o incluso sus efectos en el medio ambiente.
¿El 5G tendrá un coste adicional en las tarifas?
En principio, no. Vodafone fue la primera compañía en España que ofreció servicio 5G, y lo hace a la misma tarifa que el 4G. El precio no depende de si se utiliza 4G o 5G, sino de la tarifa de datos y minutos contratada.
¿El 5G consume más datos y batería?
Es probable que durante las primeras etapas del 5G el consumo de batería será mayor, ya que los dispositivos móviles tendrán menos infraestructuras y tendrá que adaptarse al cambio de seal. Sin embargo, con el tiempo se espera que el consumo de batería se reduzca.
Respecto a los datos, lo que el 5G proporciona es acceso a una mayor cantidad de información en menor tiempo, pero no aumenta los valores unitarios de los datos. Es decir, podrás descargar un vídeo de 1 GB mucho más rápido, pero la transferencia de datos seguirá siendo de 1 GB. Es por esto que se espera que la mayoría de operadores opten por tarifas con datos ilimitados para el 5G.
¿El 5G se utiliza para espiarnos?
De lo que no hay dudas es de los riesgos para la seguridad y privacidad del 5G. Así lo afirma, entre muchos otros, Marta Peirano, amiga de Edward Snowden y una de las voces más autorizadas en España acerca de privacidad y seguridad en internet. Según ella, nos están engañando a todos y el 5G no es más que una trampa para espiarnos.
Ahora bien, tampoco hagamos como que esto nos pilla por sorpresa. ¿Acaso no estamos ya permanentemente controlados y espiados? ¿No tienen las empresas nuestros datos de geolocalización? ¿Acaso Google, Amazon o Facebook no conocen todo sobre nosotros? Es una batalla que nosotros mismos hemos perdido al otorgarle a estas empresas el poder de acceder a nuestros datos personales.
La pregunta es: ¿hasta dónde podría multiplicar el 5G la facilidad de empresas y gobiernos para espiarnos? ¿Perderemos totalmente el control sobre nuestros datos personales?
¿Causará interferencias con los satélites?
Según afirma la Organización Meteorológica Mundial, otro de los peligros del 5G es que podría causar interferencias en los datos enviados por los satélites, lo que afectaría a las previsiones meteorológicas.
La OMM recuerda que el 5G ocupará bandas de frecuencia baja, pero también frecuencias más altas, con el objetivo de mejorar la velocidad y capacidad de las redes. Entre ellas está la banda de 24 Ghz, que está muy cercana a la frecuencia que los meteorólogos emplean para estudiar el comportamiento de las partículas de vapor, algo esencial para las previsiones meteorológicas.
¿Aumentará la contaminación atmosférica?
Más que de contaminación atmosférica habría que hablar de contaminación electromagnética. Según Ecologistas en Acción, niveles de radiación miles de veces por debajo de las directrices legales que se están marcando, ya serían dañinos para todo tipo de vida. Entre las patologías que podrían provocar está el cáncer, estrés celular, daños neurológicos, déficits de memoria, etc.
Por otro lado, también hay quien afirma que otro de los peligros del 5G es que podría incluir en el calentamiento global del planeta. El 5G utiliza microondas que calientan las partículas que atraviesan. Sin embargo según los estudios publicados, los niveles de exposición son tan pequeños que no se ha observado ningún cambio de temperatura. ¿Seguirá siendo así cuando el 5G se haya implantado a nivel global?
¿Cómo nos afecta la guerra China – EE.UU?
De momento, la Unión Europea es casi un mero espectador en la guerra del 5G que están disputando China y Estados Unidos. El principal problema a nivel geopolítico es que la UE todavía carece de infraestructuras (solo Ericsson está entre las líderes a nivel mundial) y muchas empresas dependen de las que proporcionan estos países. Esto ya ha empezado a crear muchas dudas, sobre todo por la enorme cantidad de datos que se transfieren hoy en día.
Lo que está claro es que quien consiga dominar el 5G también tendrá una gran ventaja tecnológica que podría aprovechar para labores de espionaje, análisis de big Data para actividades comerciales o militares, o control de la propiedad intelectual, entre muchos otros beneficios.