[{"@context":"http:\/\/schema.org\/","@type":"BlogPosting","@id":"https:\/\/ayudaleyprotecciondatos.es\/2020\/08\/03\/libertad-expresion-internet\/#BlogPosting","mainEntityOfPage":"https:\/\/ayudaleyprotecciondatos.es\/2020\/08\/03\/libertad-expresion-internet\/","headline":"La libertad de expresi\u00f3n en Internet","name":"La libertad de expresi\u00f3n en Internet","description":"Abordamos uno tema complejo de nuestra actualidad, la libertad de expresi\u00f3n en Internet y sus l\u00edmites en diferentes \u00e1mbitos \u2705","datePublished":"2020-08-03","dateModified":"2020-12-02","author":{"@type":"Person","@id":"https:\/\/ayudaleyprotecciondatos.es\/author\/helena\/#Person","name":"Helena","url":"https:\/\/ayudaleyprotecciondatos.es\/author\/helena\/","image":{"@type":"ImageObject","@id":"https:\/\/secure.gravatar.com\/avatar\/b023e7afa5522ddec000b8b3b8bf4f7c?s=96&d=blank&r=g","url":"https:\/\/secure.gravatar.com\/avatar\/b023e7afa5522ddec000b8b3b8bf4f7c?s=96&d=blank&r=g","height":96,"width":96}},"publisher":{"@type":"Organization","name":"AyudaLeyProteccionDatos","logo":{"@type":"ImageObject","@id":"https:\/\/ayudaleyprotecciondatos.es\/wp-content\/uploads\/2016\/01\/ayuda-ley-proteccion-datos.png","url":"https:\/\/ayudaleyprotecciondatos.es\/wp-content\/uploads\/2016\/01\/ayuda-ley-proteccion-datos.png","width":600,"height":60}},"image":{"@type":"ImageObject","@id":"https:\/\/ayudaleyprotecciondatos.es\/wp-content\/uploads\/2020\/07\/libertad-de-expresion-en-internet-02.jpg","url":"https:\/\/ayudaleyprotecciondatos.es\/wp-content\/uploads\/2020\/07\/libertad-de-expresion-en-internet-02.jpg","height":843,"width":1500},"url":"https:\/\/ayudaleyprotecciondatos.es\/2020\/08\/03\/libertad-expresion-internet\/","about":["INTERNET"],"wordCount":3365,"articleBody":"              if (typeof BingeIframeRan === \"undefined\") {                window.addEventListener(\"message\", receiveMessage, false);                function receiveMessage(event) {                  try {                    var parsed = JSON.parse(event.data)                    if (parsed.context === \"iframe.resize\") {                      var iframes = document.getElementsByClassName(\"binge-iframe\");                      for (let i = 0; i < iframes.length; ++i) {                        if (iframes[i].src == parsed.src || iframes[i].contentWindow === event.source) {                          iframes[i].height = parsed.height; }                         iframes[i].style.opacity = 1;                     }                    }                  } catch (error) {                  }                }                var BingeIframeRan = true;              }              La era digital e Internet han supuesto la necesidad de llevar a cabo nuevas reflexiones sobre la libertad de expresi\u00f3n dentro de estos \u00e1mbitos, encontrar d\u00f3nde est\u00e1n esos nuevos l\u00edmites de un derecho tan fundamental para las democracias actuales, que aparece en la mayor\u00eda de Cartas Magnas y en las declaraciones de derechos humanos. Pero a veces, cuando la libertad de expresi\u00f3n entra en conflicto con la protecci\u00f3n de otros derechos, se corre el riesgo de caer en la censura. En esta entrada vamos a ver varias consideraciones sobre la libertad de expresi\u00f3n en Internet relacionado con esos puntos.Los desaf\u00edos a la libertad de expresi\u00f3n en la era digitalLos l\u00edmites a la libertad de expresi\u00f3n en InternetCuando la seguridad (casi) justifica la censuraLos plagios y la propiedad intelectualLa desinformaci\u00f3nLos discursos del odioEl derecho al honorEl \u00abcontrol interno\u00bb: los t\u00e9rminos de usoEl ojo que todo lo ve: la cibervigilancia\u00bfEl final de la autorregulaci\u00f3n? Algunas medidas legales tomadas por los pa\u00edses que pueden limitar la libertad de expresi\u00f3n en InternetEl futuro de la libertad de expresi\u00f3n en InternetLos desaf\u00edos a la libertad de expresi\u00f3n en la era digitalAunque Internet no naci\u00f3 en el siglo XXI, es evidente que su mayor crecimiento y explosi\u00f3n se ha producido en sus dos primeras d\u00e9cadas principalmente; la expansi\u00f3n del ADSL primero y de la fibra \u00f3ptica despu\u00e9s, la implementaci\u00f3n del Wi-Fi y las redes 3G y 4G, as\u00ed como el desarrollo de los smarphones, han hecho que nuestra forma de comunicarnos, tanto a nivel privado como a nivel p\u00fablico hayan evolucionado y cambiado dr\u00e1sticamente en algunos aspectos.Y todo eso, como no pod\u00eda ser de otra forma, ha afectado tambi\u00e9n a c\u00f3mo ejercemos y protegemos uno de los derechos fundamentales de todo ciudadano que viva en democracia; la libertad de expresi\u00f3n y de informaci\u00f3n.El qu\u00e9, el c\u00f3mo, hasta el d\u00f3nde compartimos informaci\u00f3n propia o ajena en Internet, supone nuevos desaf\u00edos para la libertad de expresi\u00f3n, especialmente cuando este derecho entra en conflicto directo con otros derechos fundamentales, como el derecho al honor, el derecho a la propia imagen o incluso el derecho a la intimidad, o aquellos otros derechos que, no siendo fundamentales, tienen especial protecci\u00f3n, como la propiedad intelectual o el derecho al olvido.Aunque esta entrada no pretende ser un ensayo sobre la libertad de expresi\u00f3n en Internet, abordaremos algunos de los problemas que enfrenta este derecho cuando las autoridades deciden que la seguridad debe primar sobre \u00e9l, cuando es necesario poner l\u00edmites a los discursos del odio, a las fakes news o a las manipulaciones y la desinformaci\u00f3n. Cuando por proteger supuestamente otros derechos o mantener la seguridad, se roza o se llega a la censura.Los l\u00edmites a la libertad de expresi\u00f3n en InternetHablar de l\u00edmites a la libertad de expresi\u00f3n en Internet nos hace pensar pr\u00e1cticamente de manera autom\u00e1tica en \u00abcensura\u00bb y, hasta cierto punto, puede ser cierto. Puede ser cierto que determinadas administraciones y poderes p\u00fablicos, en un intento por acabar con las amenazas de los ciberataques, de la pirater\u00eda digital, de la desinformaci\u00f3n que producen las, cada vez m\u00e1s extendidas, fake news, o la manipulaci\u00f3n en casos tan flagrantes como el de Cambridge Analytica, acaben imponiendo medidas que deriven en censura y en la peligrosa limitaci\u00f3n de la libertad de expresi\u00f3n y de informaci\u00f3n en Internet.Sin embargo, encontrar ese equilibro entre lo permisible y lo que no, ese punto en d\u00f3nde poner los l\u00edmites a la libertad de expresi\u00f3n en Internet se ha convertido en uno de los mayores desaf\u00edos para la sociedad digital; porque, al igual que ocurre en el mundo real, no todo es v\u00e1lido y leg\u00edtimo en Internet y aunque hay que proteger la libertad expresi\u00f3n en ella, tambi\u00e9n hay que proteger otros derechos y leyes.Cuando la seguridad (casi) justifica la censuraComo dec\u00edamos, uno de los principales motivos para restringir la libertad de expresi\u00f3n en Internet est\u00e1 relacionado con la seguridad y nos referimos tanto a la seguridad de la sociedad en general (de los pa\u00edses) como de sus ciudadanos a nivel individual.No son pocos los gobiernos que han intentado legislar sobre los l\u00edmites de la libertad de expresi\u00f3n y, especialmente, de informaci\u00f3n en Internet en aras de proteger la seguridad p\u00fablica y privada. Y aunque las propias cartas de derechos suelen poner l\u00edmites a la libertad de expresi\u00f3n respecto al respeto a los derechos o la reputaci\u00f3n de las personas, la protecci\u00f3n y seguridad nacional o el orden p\u00fablico, Internet ha supuesto un desaf\u00edo propio, especialmente con la irrupci\u00f3n de las redes sociales y las posibilidades que abren el anonimato y la viralizaci\u00f3n de los mensajes.Adem\u00e1s, es evidente que no todo puede o debe ser publicado, sin olvidar adem\u00e1s esa m\u00e1xima de \u00abmi libertad termina donde comienza la de otro\u00bb, por ello la necesidad de legislar y poner l\u00edmites. Sin embargo, hasta ahora, la mayor\u00eda de medidas tomadas han rozado o est\u00e1n rozando la censura, y han afectado m\u00e1s al ciudadano de a pie que a las grandes corporaciones, que en muchas ocasiones tienen en su mano controlar esos l\u00edmites.Los plagios y la propiedad intelectualUno de esos intentos por legislar sobre lo que se puede y no se puede publicar o compartir por Internet lo encontramos en las sucesivas leyes para proteger la propiedad intelectual; en la lucha contra la pirater\u00eda y la protecci\u00f3n de los derechos de autor, las leyes se han ido endureciendo m\u00e1s y m\u00e1s, porque todav\u00eda sigue resultando relativamente f\u00e1cil acceder a contenidos protegidos por derechos de autor en Internet y hacerse con ellos de forma ilegal (en muchas ocasiones, enriqueciendo a quienes alojan dichos contenidos en la Red).Una de las \u00faltimas leyes m\u00e1s restrictivas en este aspecto ha sido la Directiva europea del Copyrigth, aprobada en marzo de 2020, que con su art\u00edculo 17 pretende evitar que los usuarios de cualquier plataforma online que permita la publicaci\u00f3n de contenidos publiquen material infractor. Aunque cuenta con una serie de excepciones para la cita y la parodia, en la pr\u00e1ctica puede acabar trayendo m\u00e1s problemas y autocensura por parte de las propias plataformas, haciendo m\u00e1s mal que bien.En un intento por proteger los derechos de autor, es posible que la implementaci\u00f3n de filtros autom\u00e1ticos en las plataformas, como el ID Content de YouTube, puedan afectar a contenidos leg\u00edtimos, que se ver\u00edan descartados autom\u00e1ticamente. Las compa\u00f1\u00edas como Twitter, Facebook, Instagram, Twitch o la propia YouTube acabar\u00edan \u00abcensurando\u00bb muchos contenidos por evitar incurrir en una infracci\u00f3n y recibir una sanci\u00f3n. Desgraciadamente, los algoritmos no son suficientes para decidir qu\u00e9 es y qu\u00e9 no es legal en este aspecto.La desinformaci\u00f3n\u00bfEs leg\u00edtimo amparar el hecho de distribuir o publicar informaci\u00f3n falsa bajo la libertada de expresi\u00f3n? \u00bfEs v\u00e1lido publicar fake news o bulos en Internet? No deber\u00eda serlo, porque la desinformaci\u00f3n y la manipulaci\u00f3n de las opiniones a trav\u00e9s de las campa\u00f1as de fake news, que est\u00e1n a la orden del d\u00eda actualmente, traen consigo otra serie de problemas.Llevamos un tiempo vi\u00e9ndolo, pero con la pandemia de Covid-19 hemos sido a\u00fan m\u00e1s testigos de c\u00f3mo los bulos han corrido como la p\u00f3lvora gracias, en gran medida, a la viralizaci\u00f3n que permiten las redes sociales. Y en un mundo cada vez m\u00e1s saturado de informaci\u00f3n (verdadera y falsa), donde mucha gente ni siquiera ejerce el m\u00e1s m\u00ednimo esfuerzo cr\u00edtico (ya no digamos de buscar y contrastar la informaci\u00f3n que recibe en la pantalla de su m\u00f3vil), limitar este tipo de mensajes es necesario.\u00bfCorremos el riesgo de caer en la censura y el control? Es posible, especialmente cuando hay autoridades que empiezan a hablar de la necesidad de \u00abdesanonimizar\u00bb las redes sociales. Lo que est\u00e1 claro es que la libertad de expresi\u00f3n en Internet no puede justificar la desinformaci\u00f3n.Los discursos del odioLa inclusi\u00f3n de los delitos de odio en el C\u00f3digo Penal supuso un paso adelante para convertir en delito ciertas acciones dirigidas a personas o colectivos por el hecho de pertenecer a dichos colectivos. Esto tuvo tambi\u00e9n su traducci\u00f3n en Internet, donde las plataformas han incluido los discursos de odio como una de las razones para ser baneado de un servicio, ver su cuenta suspendida o ver la eliminaci\u00f3n de los contenidos publicados que se consideren de esa naturaleza.El problema para la libertad de expresi\u00f3n en Internet surge cuando se hace una interpretaci\u00f3n extensiva del delito de odio, especialmente aplicada a la cr\u00edtica pol\u00edtica y de las administraciones p\u00fablicas. Adem\u00e1s, por la propia naturaleza y funcionamiento de las redes sociales, atajar estos discursos del odio, se convierte en una tarea complicada y compleja, por lo que al final se opta por utilizar la ley y los tribunales para tratar de ponerle freno, lo que a la larga puede acabar redundando en una p\u00e9rdida de libertada de expresi\u00f3n en la Red.Aunque es cierto que no todas las opiniones son v\u00e1lidas ni se puede permitir la incitaci\u00f3n al odio, tampoco se debe abusar de una figura legal que no se cre\u00f3 con la intenci\u00f3n para la que se est\u00e1 usando actualmente en muchas circunstancias en las que no ser\u00eda necesario. De nuevo se hace necesario encontrar ese punto d\u00f3nde poner el l\u00edmite, antes de que caigamos en la censura y la autocensura.El derecho al honorVolviendo al choque de derechos, y tal y como ocurre tambi\u00e9n fuera de Internet (especialmente en medios tradicionales), no es poco habitual que la libertad de expresi\u00f3n e informaci\u00f3n entre en conflicto en ocasiones con el derecho al honor, la intimidad personal y familiar y la propia imagen.Actualmente, las redes sociales se han convertido tambi\u00e9n en un campo donde los insultos est\u00e1n a la orden del d\u00eda. Y no, los insultos no est\u00e1n amparados bajo la libertad de expresi\u00f3n, de hecho, si as\u00ed lo considera un juez, pueden ser delito de injurias y\/o calumnias. Evidentemente, para llegar a ese extremo, es necesario que se analice y eval\u00fae cada caso y situaci\u00f3n, es decir, cuando estos dos derechos entran en conflicto, es necesario realizar una ponderaci\u00f3n con respecto a los bienes jur\u00eddicos en conflicto, valorando la veracidad de la informaci\u00f3n y que esta se refiera a asuntos de relevancia p\u00fablica que son de inter\u00e9s general, tanto por el tema al que se refiere como por las personas que intervienen.Habr\u00e1 ocasiones, concretamente cuando se trata de personajes p\u00fablicos y temas de relevancia para la sociedad, que ciertos \u00abataques\u00bb (cr\u00edticas o parodia, por ejemplo) o revelaci\u00f3n de informaci\u00f3n de inter\u00e9s p\u00fablico, en las que la libertad de expresi\u00f3n e informaci\u00f3n quedar\u00e1 por encima del derecho al honor, pero cuando no se cumplan esas condiciones, es posible que la parte afectada \u00abinvite\u00bb a la justicia a intervenir.En este aspecto los l\u00edmites a la libertad de expresi\u00f3n en Internet parecen m\u00e1s claros, sin embargo, no deber\u00eda depender siempre de lo que pueda decir un juez, y aunque estamos en nuestro derecho de verter una opini\u00f3n cr\u00edtica contra alguien a trav\u00e9s de Internet, debemos evitar caer en ciertas actitudes, como la del insulto.El \u00abcontrol interno\u00bb: los t\u00e9rminos de usoTodas las redes sociales y foros de Internet cuentan con unos t\u00e9rminos y condiciones de uso que, seamos sinceros, muy poca gente se lee antes de aceptar. En dichas condiciones de uso se recogen una serie de comportamientos que est\u00e1n y no est\u00e1n permitidos y que cuando no se cumplen, llevan al bloqueo o suspensi\u00f3n de la cuenta. Redes sociales y otras plataformas monitorean el comportamiento de sus usuarios, as\u00ed como cuentan con los mecanismos necesarios para que se puedan denunciar dichos comportamientos.As\u00ed que surge la pregunta, \u00bfpuede este \u00abcontrol interno\u00bb de redes sociales, foros y otras plataformas de opini\u00f3n limitar la libertad de expresi\u00f3n en Internet? La respuesta es que s\u00ed puede llegar a ello.Principalmente porque para compa\u00f1\u00edas internacionales como Twitter, Facebook o Google es m\u00e1s sencillo bloquear \u00abpor si acaso\u00bb, algo adem\u00e1s que suelen hacer por medios automatizados, que revisar una a una todas las reclamaciones que reciben. Adem\u00e1s, hay que tener en cuenta que hablamos de multinacionales que deben considerar las leyes de cada pa\u00eds en el que est\u00e1n, para a\u00f1adir un poco m\u00e1s de complejidad al asunto.Habr\u00e1 ocasiones en que esos bloqueos de cuentas y eliminaci\u00f3n de contenidos puedan \u00abborrar\u00bb del debate p\u00fablico algunos temas o participantes. Y a veces estar\u00e1 justificado, pero otras simplemente estar\u00e1 coartando la libertad de expresi\u00f3n.El ojo que todo lo ve: la cibervigilanciaYa lo hemos mencionado en el punto anterior, pero las redes sociales y las plataformas de opini\u00f3n monitorean a sus usuarios para asegurarse de que no se violan los t\u00e9rminos y condiciones de uso y esto, sin duda, puede derivar en nuestra propia autocensura, puesto que si sabemos qu\u00e9 podemos o no podemos decir o publicar, si queremos seguir conservando nuestra cuenta de usuario, nos contendremos a la hora de hacer ciertas publicaciones o comentarios.Internet, pese a que nos guste pensar que es un medio libre, no lo es tanto, la cibervigilancia, ya sea por parte de las propias plataformas o por parte de las autoridades (estas amparadas en mantener la seguridad nacional y ciudadana) est\u00e1 muy presente en nuestros d\u00edas. Como dec\u00edamos, cada vez que nos conectamos a un servicio, estamos siendo monitoreados; cada vez que hacemos una b\u00fasqueda en Google, hacemos publicaciones en redes sociales, publicamos un comentario o subimos una foto, vamos dejando un rastro digital que puede que en el futuro se vuelva en nuestra contra. Ya no es raro o\u00edr que los reclutadores de una empresa pueden buscarnos en redes sociales para ver c\u00f3mo nos comportamos fuera del \u00e1mbito profesional.Por ello, volvemos a la autocensura; si nos preocupa la imagen que proyectamos en redes sociales, parece evidente pensar que nosotros mismos estableceremos unos l\u00edmites a nuestra propia libertad de expresi\u00f3n.Sabernos vigilados o sentirnos vigilados limitar\u00e1 nuestro derecho a poder expresarnos libremente por temor a esas consecuencias futuras.\u00bfEl final de la autorregulaci\u00f3n? Algunas medidas legales tomadas por los pa\u00edses que pueden limitar la libertad de expresi\u00f3n en InternetNo son pocos los gobiernos que quieren poner l\u00edmites a lo que se puede y no se puede publicar en Internet. Y no, nos referimos a reg\u00edmenes autoritarios, sino a democracias que, en un intento por luchar contra la desinformaci\u00f3n, las fake news, el ciberacoso y otros problemas derivados del uso abusivo de las redes sociales e Internet, pueden acabar queriendo controlar ellos mismos los contenidos que se publican en la Red.Ese fue el caso del proyecto de regulaci\u00f3n presentado por el Gobierno de Teresa May en Reino Unido en 2019, mediante el que pretend\u00eda crear una autoridad independiente para limpiar las plataformas de contenidos peligrosos. Este organismo podr\u00eda bloquear el acceso a webs, sancionar a las redes sociales e incluso demandar a los ejecutivos de una empresa. Es decir, pasar de la autorregulaci\u00f3n que ejercen las propias compa\u00f1\u00edas a un control por parte de las autoridades.Otro ejemplo de este intento de controlar lo que se publica en la Red por parte de los gobiernos, lo encontramos en Singapur, que en 2019 present\u00f3 un proyecto de ley contra las fake news, mediante el cual se permit\u00eda a cualquier ministro del gobierno ordenar la correcci\u00f3n y eliminaci\u00f3n de contenido que considerase falso.M\u00e1s cerca, en abril de 2019, la Comisi\u00f3n de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior del Parlamento Europeo aprob\u00f3 el texto de una propuesta de reglamento sobre la prevenci\u00f3n de contenidos terroristas en l\u00ednea. Si bien no se obligar\u00eda a las plataformas a monitorear previamente estos contenidos, s\u00ed que estar\u00edan obligadas a intervenir en el plazo de una hora tras ser informadas por las autoridades para retirar el contenido afectado. En caso contrario, se les podr\u00eda aplicar una multa de hasta el 4% de su facturaci\u00f3n anual. Con este proyecto, se pretende evitar casos de censura ocasionados por mecanismos de IA automatizados y contar con el factor humano, es decir, una persona que revise si el contenido publicado est\u00e1 realmente relacionado con el terrorismo.Tras el ataque terrorista contra dos mezquitas en Nueva Zelanda el pasado 2019, cuyas im\u00e1genes fueron publicadas por el mismo terrorista en Facebook y, aunque la red social act\u00fao con rapidez para eliminar dichos contenidos, Camberra aprob\u00f3 una ley mediante la cual elevaba al 10% de la facturaci\u00f3n anual la multa contra plataformas que no eliminen contenido sobre \u00absecuestros, asesinatos, violaciones y ataques terroristas\u00bb.El futuro de la libertad de expresi\u00f3n en InternetEs dif\u00edcil predecir el futuro de la libertad de expresi\u00f3n en Internet, con entidades p\u00fablicas y privadas defendiendo sus propios intereses, muchas veces sin contar con la importancia que supone proteger este derecho. Querer poner l\u00edmites para luchar contra los abusos es correcto, pero es necesario evitar caer en extralimitaciones que acaben derivando en la censura o autocensura.La libertad de expresi\u00f3n no puede amparar los discursos del odio, la desinformaci\u00f3n o la manipulaci\u00f3n, pero es necesario encontrar un equilibrio entre las leyes y normas que lo regulan y el propio derecho individual de cada de persona a expresar su opini\u00f3n.Es un asunto complejo que hasta los relatores especiales para libertad de expresi\u00f3n de la OEA (Organizaci\u00f3n de los Estados Americanos), la ONU, la OSCE (Organizaci\u00f3n para la Seguridad y la Cooperaci\u00f3n en Europa) y la CADHP (Comisi\u00f3n Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos) trataron en una declaraci\u00f3n conjunta emitida el 10 de julio de 2019 con el objetivo de \u00abinterpretar las garant\u00edas de los derechos humanos para la libertar de expresi\u00f3n\u00bb. Uno de los puntos que recoge esta declaraci\u00f3n respecto a la libertad de expresi\u00f3n en Internet es el siguiente:\u00abEntendemos que la libertad de expresi\u00f3n enfrenta tres clases de problemas: un ambiente hostil e intolerante para quienes como periodistas, activistas u opositores informan o se expresan sobre asuntos de inter\u00e9s p\u00fablico; las presiones de los Estados para regular o censurar la circulaci\u00f3n de informaci\u00f3n adversa en Internet; y el creciente rol de las empresas dominantes en Internet que est\u00e1n tomando decisiones poco transparentes y muchas veces autom\u00e1ticas sobre contenidos que pueden estar protegidos por la libertad de expresi\u00f3n\u00bb.Para los relatores, este es un desaf\u00edo que habr\u00e1 de enfrentarse durante la pr\u00f3xima d\u00e9cada."},{"@context":"http:\/\/schema.org\/","@type":"BreadcrumbList","itemListElement":[{"@type":"ListItem","position":1,"item":{"@id":"https:\/\/ayudaleyprotecciondatos.es\/#breadcrumbitem","name":"Ayuda Ley Protecci\u00f3n Datos"}},{"@type":"ListItem","position":2,"item":{"@id":"https:\/\/ayudaleyprotecciondatos.es\/2020\/08\/03\/libertad-expresion-internet\/#breadcrumbitem","name":"La libertad de expresi\u00f3n en Internet"}}]}]